http://farm1.static.flickr.com/226/463127535_6d7e8c2ec1.jpgDespués del día 1 en Roma (que ya fue caótico), nos pusimos en camino para visitar, al día siguiente, el Vaticano. Sí, esa noche casi no habíamos dormido, estábamos rendidos, y no podíamos hacer mejor cosa que ver una de las ciudades (en este caso, Estado) con más lugares importantes para visitar de Roma.De nuevo, nos encaminamos hacia el centro de Roma en el caótico transporte público. Cuando llegamos a la estación de Metro que nos dejaba cerca del Vaticano, fuimos andando hasta la plaza de San Pedro. La verdad es que es muy bonita. Como siempre, llena de guiris y de españoles. Sí, españoles, porque vimos en las zonas turísticas a más españoles que a otros turistas e, incluso me atrevo a decir, que muchos días vimos más a españoles que a los propios italianos. ¿Dónde estarían?En eso que fuimos a visitar la Catedral de San Pedro. Pasamos por un laaargo control de seguridad. Un compañero, en esto que estaba aburrido, se encontró con un candado. Dijo: "voy a averiguar su contraseña moviendo poco a poco los numeritos". Sorprendentemente, averiguó la contraseña... ¡¡tan sólo al mover una de las ruedecillas con números en un tiempo récord!! La contraseña era muy... ¡original! Toda una contraseña para un agente secreto... ¡¡¡¡0 0 7!!!! Su dueño sí que sería un verdadero agente... agitado, pero no revuelto... En fin, sigamos xDDespués de este momento de pausa, fuimos a la Catedral. Fue impresionante. Estaba llena de gente que miraba a todos lados con cara de admiración. Yo pensaba que los papas que estaban embadurnados (creo que se dice así xD) eran esculturas de madera, porque tenían muchos de ellos la piel negra... No me puedo creer que saque buenas notas y que luego en estas cosas me cueste percibir lo que realmente es... jujuju... Cuando mis amigas me oyeron decir eso, se me quedaron mirando con cara rara... @_@Después de la visita y de la rutinaria sesión de fotos, a mí me vino a la cabeza lo que a mucha gente se le viene cuando ve tanto lujo en una catedral... En eso que me puse a hablar de la corrupción de la Iglesia, teniendo un largo debate con E. sobre el tema... pobre, lo que tuvo que aguantar por mi sentimiento ateo, jajajaja. Después fuimos a ver la cúpula de la catedral. Había mucha gente en la cola, pero no sé cómo, conseguimos entrar más rápido de lo esperado. A la gente que tenga vértigo no le recomiendo entrar a la cúpula. Las escaleras son de caracol, empinadas y laaaargas, tanto que parecía que se me había colgado la pantalla de un videojuego, de eso que siempre estás en la misma escalera que nunca acaba. Me recordó a una pesadilla. Y, para más INRI, las paredes estaban torcidas. Sí, torcidas. Perfectamente, podía haber unos 30º de inclinación con respecto al suelo...
http://farm1.static.flickr.com/184/463127537_ecf4aab538.jpgEn esta foto podéis ver cómo eran las paredes... Se supone que yo estaba poniendo cara de susto, pero ya veo que parezco Heidi... xD Tan alegre como siempre (según mis amigas).
Bueno, después de este pasillo del terror, subimos como unas 500 escaleras de caracol y otras normales, que nos condujeron a la tan esperada terraza de l cúpula. Se me olvidó decir, que antes vimos la parte interna de la cúpula desde arriba. Vimos las decoraciones de oro de la cúpula, preciosas.
Arriba, en la cúpula, pudimos ver las preciosas vistas desde el Vaticano. Desde allí, veíamos también los alrededores de Roma.
Tras la visita, fuimos a comer a la plaza de San Pedro (no a un restaurante, sino lo que cogimos del desayuno del hotel, para que dispuriéramos de más presupuesto para los regalitos), y de allí nos fuimos (sin pasar por el Museo Vaticano) a ver la Fontana di Trevi. Antes de nada, pasamos por la Plaza de España (llena de españoles, cómo no), y pude vislumbrar un poco la calle de las tiendas de diseño (Dior, Louis Vouitton...).
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Cuando llegamos a la Fontana, pensé: "este es el monumento más bonito de Roma". Es impresionante su belleza. Como siempre, llena de gente. Yo conseguí meterme entre la gente para tirar dos monedas al agua de la fuente. No me preguntéis qué monedas tiré, porque os va a parecer una tacañería. xD
Después de estar un rato por la zona, fuimos a darnos una vuelta por las plazas que había cerca. Luego, nos fuimos a ver una Iglesia muy bonita, donde había un afinador de pianos. Mucha gente se pensaba que era un pianista que nos iba a deleitar con una bonita melodía, pero de repente lo vimos sacar un martillo y empezó a dar golpes a las clavijas. Sí, era un pianista de las clavijas, que hacía una melodía más bien metálica. Quitando esto, el resto fue muy bonito, a pesar de ser un lugar pequeño. Allí, la figura más importante era la de una Santa que fue mártir. Creo que era Santa Teresa. Tenía la cabeza tapada por un trapo, con el cuello cortado y la cabeza girada hacia la espalda. ¡¡Qué bonito, una mujer con la cabeza girada, vamos, la niña del Exorcista!! xD
Luego fuimos a otra plaza, donde entramos a otra Iglesia. En esa plaza descansamos un poco. Allí, los profes y algunos compañeros compraron helados. Mis profes se compraron un helado de chocolate negro... Sinceramente, eso no parecía chocolate, parecía otra cosa... Se lo conté a mis amigas, y en eso que el profesor se acerca (comentando algo, mientras yo miraba sin parar el "helado de chocolate", y le digo: "Jolín, vaya helado... No es por nada, pero parece otra cosa... Parece arcilla... Bueno, no, ya no me contengo más, ¡¡PARECE UNA MIERDA!!" Pobre, lo traumaticé un poco... Desde ese momento no miraba a su helado de la misma manera... y mis amigas no pararon de cachondearse con la anécdota, jaja.
Después de una larga tarde de turismo eclesiástico, volvimos al hotel corriendo en transporte público, porque a las 9 de la noche la mayoría de las líneas de metro se cierran... Y como para ir a un polígono industrial a las afueras andando...
El día siguiente nos depararía una jornada MUY agitada... Fuimos al Museo del Vaticano. (To be continued)
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