Madre mía... estamos hoy muy cansados.
Ayer no pude escribir. Os cuento: vino a visitarnos L., la prima de mi madre, que vive en Sydney. Sus hermanos viven en Melbourne. Fuimos a comer con ella a un restaurante especializado en comida española llamado Catalonia (cuyos platos de tapas eran más bien pequeños). Estuvo muy bien, aunque no me gustó nada su tortilla de patata.
L. trajo consigo a su hijo, D., que es monísimo. :) Se ríe mucho, es muy monoo.
Estuvimos paseando por el paseo marítimo cerca del puente, pero empezó a llover. Dimos un mini-paseo y luego pasamos el resto de la tarde con ella hasta las 5:10 p.m., más o menos. Fue chuli.

Hoy, en cambio, hemos ido a ver la Opera House. Es muy bonita. No imaginé que estuviera hecha de baldosas blancas. Los materiales son importados de Europa, sobre todo (excepto la madera). Las baldosas de la superficie son impermeables y autolavables. Todo esto y más lo sé porque hicimos una visita guiada. La guía fue muy amable. Antes de ello, cogimos el ferry para poder llegar allí en la estación de Kirribilli. Fue muy bonito ver el puente y la Opera desde varias perspectivas.

Luego fuimos directamente a la Opera y comimos antes de la visita guiada.

Después, compré varios souvenirs en la tienda oficial de la Opera.

Luego quedamos con L. y dimos una vuelta. Pero se puso a llover, así que subimos a la Sydney Tower para ver la ciudad desde lo alto. También había la posibilidd de ver las vistas desde un suelo transparente, como si fueras un pájaro. Pero no era plan, porque llovía muy fuerte.

Cuando bajmos, nos despedimos de la prima y fuimos a ber el centro comercial de Darling Harbour. No vimos mucha cosa... era normalillo, pero después de todo, estaba lloviendo muuucho.

Tenía los calcetines empapados y estaba muy incómoda. Nos quisimos volver en ferry, pero eran las 6 de la tarde y ya no había servicio.

Buscamos una parada de metro que nos dejara cerca de casa, y preguntamos a una chica japonesa que nos dijo que fuéramos con ella, que tenía que ir también. Era muy rápida, caminaba a toda velocidad.

El metro es bastante cutrecillo. El ascensor huele a pis.

Entramos en el metro y, cuando me senté, leí el periódico que me repartieron por la calle, y mi hermana me contó que le estaba metiendo el periódico en la cara a la chica qe tenía sentada a mi izquierda, cuya amiga era un travesti. xD Diox, qué vergüienza...

Bueno, y ya hemos llegado a casa. L. se ha puesto a dormir y mi padre se pone plasta para que se levante. Estoy agotada. Vamos a cenar. ¡QUÉ FUERTE, JACOB ES UN ______(no quiero reventar la historia a los lectores de Crepúsculoooo xD)! <-- Ya ves, Tsubaki, hasta aquí lo he puesto...

Sigo leyendo, LOL.

Cristina